Leo que la definición
de la paciencia es la actitud que lleva al ser humano a soportar
contratiempos y dificultades para conseguir algún bien. Esto es lo que Rajoy
nos pide, después de que su gobierno reconozca que esta legislatura está
perdida en materia de empleo. Paciencia
a dos millones de hogares sin ningún tipo de ingresos, paciencia a los jóvenes
que son insultados por una ministra cuyos únicos empleos han sido los proporcionados
por su partido.
Escucho al presidente
de gobierno decir que está “muy contento y satisfecho con sus ministros”, en
una prueba más de su distanciamiento de la realidad. Escucho permanentemente a
Cospedal insultar y mentir a los ciudadanos. ¿Y aún así nos piden paciencia?
Podríamos tener paciencia si tuviéramos un camino
marcado y al final de ese camino viéramos la luz. Pero no, se nos pide paciencia en un camino a ninguna parte,
un camino que nos lleva a más recortes, a más miseria, a mayor desigualdad.
Podrían pedir paciencia si no
estuvieran deslegitimados para ello, pero aún recuerdo esa foto de Rajoy a las
puertas de una oficina de empleo, bajo la que podíamos leer “Cuando gobierne
bajará el paro”. También recuerdo un mitin el día 20 de mayo de 2011 en Ciudad
Real, donde Cospedal comparaba las papeletas de voto
del PP con contratos de trabajo.
En mi opinión, las previsiones
del Gobierno tienen una doble intención, por un lado meternos miedo para
continuar con sus recortes y hacer lo que quieran. Por otro lado, decir en 2015
que han mejorado las previsiones.
De un presidente de Gobierno se
esperan soluciones. De este presidente no podemos esperar nada. Tenemos un
presidente que se esconde, y estamos
padeciendo a un partido de Gobierno corrupto y de una ineficacia pasmosa. ¿Y
aún así nos piden paciencia?
No podemos tener paciencia mientras vemos como este
Gobierno universaliza la miseria.
Estos días he leído que si España
no sufre un estallido social, es por la economía sumergida. Es porque muchas personas
aguantan con la ayuda de la red familiar. Pero, ¿cuánto más podrán aguantar?
Las últimas medidas adoptadas por el Gobierno solo vienen a exprimir aún más a
la ya casi inexistente clase media. Cada vez somos más pobres, cada vez tenemos
más motivos para salir a la calle y protestar. Necesitamos soluciones realistas
y valientes que, desde luego, nuestros gobiernos no están capacitados para
darnos.
La austeridad excesiva está
haciendo caer el consumo. Las subidas de impuestos nos colocan en situaciones
complicadas todos los meses. Alemania manda y Rajoy como alumno aventajado
asume todo, sin levantar siquiera la voz. No nos puede pedir paciencia. Nosotros sí necesitamos
levantar la voz. La paciencia se
perdió y no nos valen “herencias recibidas”. Ustedes gobiernan y son los que
tienen que dar soluciones, pero las que proponen no valen.
Salgan a la calle, hablen con las
personas, escuchen lo que tienen que decirles. Mírenles a los ojos y no mientan
ni insulten. Pero no nos pidan paciencia,
que de eso ya no tenemos.