lunes, 6 de mayo de 2013

Cospedal, la Presidenta ausente.


Que todo el mundo conoce a María Dolores de Cospedal está claro, que es la Presidenta de Castilla-La Mancha también, que ejerce como tal, y en eso yo lo tengo claro, no.
Estas últimas semanas la hemos podido ver recorriendo mundo, de viaje por Londres y por la República Popular China. Eso sí, con declaraciones siempre enlatadas para no dar la cara ante los medios desde aquel famoso día del “despido en diferido”. En la capital del Reino Unido, todos suponíamos que iba como presidenta, que iría con miembros de su gobierno y vendería las bondades de Castilla La Mancha y que  intentaría generar confianza en una región, que por cierto es la más recortada de España por su obra y gracia. Hasta ahí bien, pero cuando todos estábamos en eso, vemos imágenes en las que aparece su marido. Por lo que sabemos este señor no es miembro de su gobierno y como poco se puede decir de él que luce como nadie los trajes “grises” y “oscuros”; ¿Qué hacía en este viaje? Intuyo que haciendo negocios, pero para él, no para el bien de Castilla La Mancha.
Una semana después Cospedal viaja a “La China”. Uno piensa que su impresionante peso demográfico dentro del planeta y el incremento de sus principales ratios económicos la convierten en un país donde nuestra región puede tener grandes oportunidades y hay que “venderlas” al gigante asiático. Una gran idea si no fuera porque hemos visto más noticias relacionadas con el manifiesto firmado por ella (como Secretaria General del PP) con el Partido Comunista Chino, que novedades que puedan beneficiar al territorio que gobierna.
Que Cospedal hace muchos kilómetros no me cabe la menor duda. Para empezar todos los días desde Toledo a su despacho en Madrid (Génova 13). Bueno (debo pedir perdón), un día a la semana se queda en la región que se supone preside y cuando esto sucede nos cuesta a los castellano-manchegos dios para los creyentes, ayuda para los que temblamos cada vez que abre la boca y una pasta para todos. Eso sí, siempre rodeada de muchos policías por lo que pueda pasar, lo cual nos indica que muy segura de su conducta pro-social no está.
Si me pongo a pensar en las noticias a propósito de las visitas de Cospedal a los pueblos de la región me cuesta un enorme ejercicio de memoria. Aunque sí que rápidamente me vienen a la cabeza sus innumerables apariciones en distintos lugares de España como Secretaria General del PP y siempre en actos de partido y sin atención directa a los medios.
En Castilla-La Mancha tenemos muchos, muchos problemas y el más importante sin duda son los 311.000 parados a los que les supone un mundo levantar la persiana cada jornada ante la situación que padecen. Pero también los recortes sociales y educativos aplicados en estos últimos dos años, la paralización de infraestructuras básicas (hospitales, centros educativos…) necesarias en la región, la gran deuda con los Ayuntamientos (alguno cobra) que hacen que estos tengan que dejar de prestar servicios a sus ciudadanos, la eliminación de ayudas a las asociaciones o colectivos especiales y la reducción a la mínima expresión de la Ley de la Dependencia entre otras cosas… Aderezado todo esto con unos Consejeros (la mayoría tampoco de aquí) que se dedican más a insultar y atacar a la ciudadanía que a buscar soluciones a los problemas que los asfixian día a día.
Cospedal duerme, cuando lo hace en Castilla La Mancha, en su cigarral, en una mansión de la que su marido, parece, le ha cedido el 50%... La seguridad de la misma la pagamos entre todos, son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado quien la protegen, ella sabrá de qué y por qué. Poco más sabemos de ella por estas tierras, alguna visita esporádica, generalmente a empresas que todavía siguen en pie, para no tener que “mezclarse” con el pueblo.
Esta región no merece un gobierno ausente y menos a una presidenta más preocupada de escalar en su partido que en solucionar los numerosos problemas que tenemos los castellano-manchegos, a una presidenta con minúsculas. Creí que después de los “finiquitos en diferido” y visto el espantoso ridículo que protagonizó, se quedaría más por aquí, que aprovecharía el voluntario distanciamiento para trabajar más y mejor. Pero no, esto no le importa, ni por salvar la honrilla, ni por levantar su propia estima y dignidad.
Cospedal es de esas políticas que hablan y hablan para no decir nada, algunas veces alzan la voz para meter la pata y evidenciarse y la mayoría de las veces para desprestigiar a alguien o sembrar dudas. Es de esas políticas que pretenden engañar con halagos y engaños, que se sienten cómodas en el fango y no es capaz de salir de ese agua detenida.
Esta región necesita gente trabajando para paliar, para ponerle fin (¡por qué no!) a todos los problemas, gente que conozca los pueblos y los conflictos que los inundan, gente que se preocupe de la realidad y no se pierda en pura propaganda. Quedan dos años aún de gobierno de Cospedal y la invito y la insto a trabajar por Castilla-La Mancha, aunque sé que no lo hará. Ella está más cómoda en su despacho en Madrid, y aquí su marido y sus Consejeros ya se ocupan de desmantelar algunas cosas o premiar y adjudicar a los amigos otras que pueden ser interesantes o que les reporten algún beneficio. Uff. Ausente física y mentalmente.

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